Ratings167
Average rating3.9
Forse in futuro scriverò una recensione migliore ma l'unica cosa che posso dire è che mi ha fatto piangere in pubblico per ben tre volte. Lo consiglio tantissimo.
Forse in futuro scriverò una recensione migliore ma l'unica cosa che posso dire è che mi ha fatto piangere in pubblico per ben tre volte. Lo consiglio tantissimo.
Leer a Banana Yoshimoto es como darte un baño relajante o tomar un buen descanso, o darte cuenta de que todo este tiempo haz estado respirando con dificultad y su obra viene a quitarte ese peso de encima.
Esta es mi segunda vez leyendo Kitchen y puedo decir que ahora lo disfruté muchísimo más que anteriormente; y no es que en mi primera lectura no me haya gustado mucho.
Siento que pude entender y empatizar mejor con las situaciones en las que se veían envueltos los personajes ahora que me he vuelto consumidora recurrente de la cultura japonesa. Simplemente por el hecho de conocer pequeños detalles sobre sus formas de expresarse, comunicarse o la manera en la que se desenvuelven -a pesar de que el libro contiene notas al pie al respecto-, cambia mucho la perspectiva desde la cual recibí las historias. Tanto Kitchen como Moonlight Shadow.
En ambas, Yoshimoto nos lleva de la mano de un personaje principal que está lidiando con el duelo y que se ve forzado a seguir con su vida “normal”, como usualmente sucede en esas situaciones. Nos presenta cómo cada uno lidia con su dolor de manera distinta pero cómo, a pesar de sus diferencias, pueden encontrar consuelo en un amigo o, incluso, en un desconocido. Me pareció impresionante cómo un tema tan universal puede sentirse tan único y personal bajo la pluma indicada.
No puedo pensar en mucho más que agregar más que es un libro muy lindo y creo que por siempre tendrá un lugar entre mis favoritos.
Leer a Banana Yoshimoto es como darte un baño relajante o tomar un buen descanso, o darte cuenta de que todo este tiempo haz estado respirando con dificultad y su obra viene a quitarte ese peso de encima.
Esta es mi segunda vez leyendo Kitchen y puedo decir que ahora lo disfruté muchísimo más que anteriormente; y no es que en mi primera lectura no me haya gustado mucho.
Siento que pude entender y empatizar mejor con las situaciones en las que se veían envueltos los personajes ahora que me he vuelto consumidora recurrente de la cultura japonesa. Simplemente por el hecho de conocer pequeños detalles sobre sus formas de expresarse, comunicarse o la manera en la que se desenvuelven -a pesar de que el libro contiene notas al pie al respecto-, cambia mucho la perspectiva desde la cual recibí las historias. Tanto Kitchen como Moonlight Shadow.
En ambas, Yoshimoto nos lleva de la mano de un personaje principal que está lidiando con el duelo y que se ve forzado a seguir con su vida “normal”, como usualmente sucede en esas situaciones. Nos presenta cómo cada uno lidia con su dolor de manera distinta pero cómo, a pesar de sus diferencias, pueden encontrar consuelo en un amigo o, incluso, en un desconocido. Me pareció impresionante cómo un tema tan universal puede sentirse tan único y personal bajo la pluma indicada.
No puedo pensar en mucho más que agregar más que es un libro muy lindo y creo que por siempre tendrá un lugar entre mis favoritos.