Un libro extraño y divertido. Me pareció toda una aventura por lo desconocido y eso me gustó mucho. Igual hubo cosas que se me escaparon, pero en general una lectura muy entretenida y diferente.
Podría haber vivido perfectamente sin leerlo. Me gustó por el hecho de familiarizarme con el estilo de stream of consciousness, y también descubrir otro tiempo de la historia que me resulta muy ajeno. Pero como historia no me enganchó. Solo quería que acabase este periplo. Podría haberlo dejado pero no lo hice y me pelee página a página hasta darlo ya por zanjado.
Me gusta que con una clara economía de las palabras consigue crear una historia que te lleva por un montón de emociones de forma muy rápida. Desde la angustia, a la desesperación, la incredulidad, la sorpresa, la desazón, el asco, de la empatía a la absoluta apatía. La verdad que me ha llamado mucho la atención.
Lo que me gusta del libro es que muestra el debate y la pelea interna de alguien ante una decisión, que a pesar de considerar ya tomada, le sigue atormentando. El motivo por el cual no le doy más estrellas es que no me enganchó lo suficiente la historia. Muchos podrán considerar al personaje un crápula, pero no es ese el motivo, es simplemente que pase por sus páginas deseando que acabase, que tomase una decisión pero que la tomase ya de una vez y me liberase del suplicio de seguir ahondando en ello página tras página.
He aprendido un montón de cosas con este libro. Súper interesante. Me gustó mucho que me llevase a un montón de reflexiones, además de acercarme a un nivel de entendimiento de las implicaciones de la inclusión y me dio aún más motivos para apoyar las reivindicaciones del feminismo y la inclusión en general. El único pero que le pongo es que en ocasiones algunas ideas se hacían un poco repetitivas. Siento que el libro es lo suficientemente potente que en realidad se habría beneficiado de rebajar un poco ese nivel de repetición.
La primera vez que leo un manga. Después de hacerme un lío para averiguar cómo leerlo porque al principio nada hacía mucho sentido, ya fue bastante entretenido y ameno. Es un recorrido por la vida del autor y de su relación con el mundo, su familia y sus desavenencias siendo un niño no excesivamente hábil.
Me gustó muchísimo el libro. Me recordó a mi infancia, a las calles de mi pueblo en Tenerife, a los veranos, a cuando sabíamos aburrirnos y nos aburríamos, a ese tiempo que en el recuerdo nos parece un pasado más sencillo pero que en el momento contenía las mismas angustias que el presente. Que forma tan bonita de recordar el hablar de los mayores, las palabras con las que me crié y el dolor que causan las peleas de niño, el no sentirte del todo parte, el estar a la sombra de otros y la pérdida, la pérdida eterna que no tiene solución. Lo recomiendo muchísimo.
Me ha pasado con otros antes, y creo que este libro viene a confirmar que mis tiempos de realismo sucio han terminado. Esperaba que me encantase —la voz de una generación— decían por ahí. Una vez terminado me parecen palabras mayores para lo que leí. No es que esté mal, es que yo me esperaba algo más revelador. Creo que gustará más a quien se enfrente a él sin esperar nada.
Me gusta mucho descubrir nuevos talentos y me encanta que estos salgan de mi tierra de acogida, Canarias. Me gustó el formato diario, me gustó el ideario de la autora, no todo el tiempo enganché con la historia y sobre todo el final lo sentí como que se merecía un poco más, pero es una buena lectura. Lo recomiendo.
Me parece una lectura interesante. Es verdad que es el segundo libro que me leo recientemente de un psicólogo y en ambos casos tuve la sensación de que los libros dan la sensación de una escritura un poco dispersa. A pesar de contar con capítulos y temáticas supuestamente agrupadas, yo no termino de entender la estructura. Aún así es un libro interesante que te deja ver la cantidad de trabajo que podemos hacer en nosotros mismos y eso es algo que siempre me gusta. Me sobró totalmente una referencia al toreo totalmente gratuita y sin aporte alguno y otra cuestión que ahora no recuerdo exactamente, pero obviando sendos puntos, en general es una lectura bastante didáctica y que da para mucha autorreflexión.
700 páginas me parece indecente. Jamás me habría metido en este embrollo de no ser porque el libro era de Aramburu. Había oído tantas cosas buenas que pensé que si algún vez debía de leer tantas páginas serían suyas. Supuse que serían 700 páginas de puro manjar. Algo cocinado a baja temperatura que sería una explosión de sabor.
He sufrido la agonía más absoluta. Me arrastraba por las páginas tratando de llegar a algún giro brillante, algo a lo que aferrarme para que este sufrimiento hubiese valido la pena de alguna manera. Pues jamás llegó. Pienso en la cantidad de cosas que podría haber leído y no leí por pegarme con párrafos de la nada más absoluta y me deprimo profundamente.
¿Qué si lo recomiendo? Huye, tú que aún puedes vete lejos, se feliz en pastos más verdes, no te hagas esto.
Me ha gustado mucho. Me ha retado en algunas ideas, me ha conquistado en algunas, me ha ampliado la vista en otros y algunas partes se me han hecho más pesadas y quizá menos clarividentes, pero el cómputo general es que me ha gustado mucho y me llevo muchos ideas para diferentes ámbitos de mi vida.
Un libro bastante bien hilado, muchos ejemplos y una filosofía con la que a priori me siento muy cómodo. Lo más interesante es darte cuenta de que si se aplicase más aunque fuese la mitad o una cuarta parte de lo expuesto, los entornos profesionales serían mucho menos hostiles de lo que lo son para muchas personas.
Me gustó mucho. Da muchas claves tanto para el ámbito profesional como el personal, para lidiar de manera más hábil con las negociaciones a las que nos enfrentamos de manera constante.
Me ha gustado mucho. Condensa muy bien, de manera amena y fácil de leer diferentes acercamientos y reflexiones sobre el humor. Estoy recorriendo diversas lecturas sobre la risa y el humor y la verdad es que de momento esta es la que más he disfrutado. Extraigo de aquí un montón de ideas que espero ser capaz de retener en la cabeza para ahondar en mis propias reflexiones sobre la vida y la risa en particular. A mi juicio muy recomendable, se lee rápido, la forma de escribir es atractiva y te permite enganchar con diversas reflexiones sobre el humor.
Es un libro interesante pero que quizá con el paso del tiempo se ha quedado extenso para lo que pretende comunicar. La idea que me llevo es la de que el contexto es fundamental no solo para el humor sino también para el diseño. Un diseño puede funcionar muy bien en un contexto y resultar nefasto en otro. Más allá de eso, el libro en ocasiones se me tornó pesado, se centra en exceso en enumerar y detallar ejemplos más que en analizar y sacar conclusiones. Los momentos de justificación del racismo y machismo a través de cuestiones estéticas mejor lo obviamos porque daría para mucho más. Me alegro de haberlo leído, es un clásico siempre mencionado en los círculos del diseño, pero ya está. Ya pasó, tampoco es para tanto a mi juicio.