Iba muy muy bien. Una novela de misterio que estaba disfrutando mucho, de no se por elnfinal, que se pasa de empalagoso, así como también molesta ese tufillo machista que ya era inaceptable cuando se publicó hace 16 años.
No soy lectora asidua de poesía, y menos contemporánea (siempre he recurrido a clásicos), de modo que no sé muy bien como hablar de este libro en concreto. No tengo ninguna autoridad en el género y solo puedo departir sobre ella usando el punto de vista de mi disfrute. No obstante, el movimiento se demuestra andando y por algún sitio debo de empezar.
Cuaderno de campo me ha parecido tan delicado como visceral. Da la sensación de ser un retrato impresionista que relaciona el campo la naturaleza, la vida en bruto, con la familia y los lazos.
Ha sido una lectura donde he podido reconocer el entorno rural español, muy parecido al lugar en el que he crecido, estando ante una obra de raíces, de reivindicación de la naturaleza, donde se introducen los temas de la maternidad y la muerte.
En conclusión un poemario al que sin duda volveré más veces.
Este libro llevaba dos años en mi estantería y fue un regalo de mi novio. Dio la casualidad de que terminaba de leer Persépolis justo cuando veíamos como los talibanes tomaban Kabul. El país es distinto pero el conflicto social y político que se nos presenta tiene mucho que ver
Persépolis aborda la vida de la propia autora en un estilo de dibujo que yo llamaría minimalista, pero muy expresivo. Vemos a la pequeña Marjane crecer en Irán, vivir la guerra con Irak y presenciar el ascenso de la República islámica, con el consiguiente choque que ello tendrá para una familia liberal como la suya.
Enfrentarse cara a cara con la realidad del islamismo radical es duro, y la historia no sólo retrata la dura represión política de los disidentes, en historias que resultan espeluznantes narradas en la voz de una niña y adolescente, sino que al estar todo condicionado por el punto de vista de Marji, vemos las consecuencias de ser mujer bajo el yugo del islamismo radical.
Aparte de esto, también funciona la historia como un coming on age del personaje protagonista , una niña entrañable, divertida y descarada, que manifiesta desde pequeña su gran genio creativo. Un personaje contestatario que vive la guerra, el sufrimiento, el desarraigo de una refugiada, el amor y el desamor. Con sus virtudes y defectos, su historia personal atrapa y enamora, y se enmarca con gran precisión en el contexto histórico que la autora quiere mostrar.
Por último, me gustaría resaltar su gran capacidad didáctica. El conflicto, sus causas y sus consecuencias, se narran con gran claridad, y esto la convierte en una lectura ideal para los institutos y para acercar a cualquiera a la realidad de muchas personas en Oriente Medio.
Yo no soy la voz que debe hablar sobre ello, pero pienso que es necesario reconocer estas realidades, en las que los países occidentales han tenido tanto que ver aunque no nos guste pensar en ello. Dejemos la autocomplacencia a un lado y vamos a educarnos para el momento en el que vivimos. Mejor aún si es con una obra tan maravillosa, que se gana a pulso el sobrenombre de imprescindible.
Iria G. Parente y Selene M. Pascual son de las autoras más destacadas del panorama literario de la literatura española. Aunque he leído varios de sus libros y, sin declararme fan acérrima, creo que son muy necesarias al tratar temas de diversidad y relevancia entre los jóvenes a la vez que crean universos e historias muy entretenidos.
Hace años que no leo ninguna de las novedades que van sacando, pero está me llamó más la atención: ¡Un retelling contemporáneo de Ana de las Tejas Verdes! Con Anne siendo escritora de fan fics, y además de una historia inspirada en La dama de Shalott (Tengo “una cosa” con la Dama de Shalott. Tan poco es cuestión de explicar de golpe lo friki que soy). Parecía una lectura perfecta y apacible y además tuve la suerte de poder hacerme con el libro, así que me lancé a ella.
Y lo cierto es que da todo lo que promete: una historia feel good en un entorno que grita AESTHETIC, con miles de homenajes y referencias a los autores de Fan Fiction, a los cosplayers, en definitiva, a las fangirls, tan sufridas que somos, tan intensas con todo, tan felices de poder disfrutar de lo que nos gusta sin complejos. Me ha parecido un homenaje muy bonito.
Los personajes son todos adorables, pero a mi en lo personal me ha ganado Anne, porque la verdad me he identificado mucho con ella. La pobre no se entera de nada ni se da por aludida nunca, lo que viene siendo la historia de mi vida. Ha sido muy divertido verla tan perdida todo el libro. Los secundarios también me han gustado mucho, todos con sus luces y sus sombras. Lo cierto es que están bastante bien construidos, una mejora que he notado respecto a los anteriores libros que leí de las autoras.
Si le tengo que poner una pega, pese a lo mucho que lo he disfrutado, es que me ha parecido algo predecible desde el principio. Pero para mí, sinceramente, eso no es un gran problema, cuando lo que tienes es una lectura que te da lo que promete y necesitas, un rato acogedor en Tejas Verdes con un chai latte y una historia tierna. ¿Quién da más?
Desde que leí Las chicas, la novela debut de Emma Cline, supe que iba a seguir su carrera para no perderme ninguna de sus publicaciones.
Aún no he podido conseguir Daddy, su libro de relatos, aunque tengo muchas ganas, pero si que compré en digital su nueva novela corta, Harvey.
Harvey trata un tema espinoso, pues la autora usa la voz de Harvey Weinstein, el productor cinematográfico acusado de repetidos abusos sexuales a actrices, cuyos testimonios y juicios dieron lugar al movimiento MeToo, y lo cierto es que lo hace de forma excepcional.
La narración resulta escalofriante al meterse en la mente de una persona con un tremendo ego, tan grande, tan seguro de su privilegio y su poder, que todo el asunto de su juicio y las acusaciones le parecen más una mosca molesta que intenta espantar a lo largo de todo el relato. Toda la situación del juicio apenas se menciona de pasada, que es como aparece en la mente de Harvey.
Lo que resulta también escalofriante es su actitud, preparando proyectos y películas, con vistas a seguir con el mismo tren de vida como si nada, en contraste con la seriedad y gravedad de todo el mundo a su alrededor, verdaderamente conscientes del problema.
En conclusión, es un documento estremecedor de como funciona el privilegio masculino y el resquebrajamiento que se empezó a vivir en Hollywood con todo este fenómeno. No llega a la envergadura de esa gran novela que es Las chicas, pero no le hace falta, es un texto circunstancial que cumple de sobras con su objetivo.
Esta novela tiene algo especial. El retrato de sus personajes. El fiel reflejo de las relaciones humanas, los juego de poder, la diferencia de clases y su importancia aún hoy en día, la incomunicación, la alienación... Marianne y Connel lo encarnan todo de forma sensible, sutil, sin estridencias, reencontrándose cada cierto tiempo en una estructura ideal para contar esta historia. No es una relación ideal, pero si inevitable. Una obra imperdible.
Esta novela nos cuenta el verano que Aleksy pasó con su madre de vacaciones en Francia. Pero no solo nos cuenta eso. Nos habla de una familia desestructurada por las carencias, nos habla de la pérdida, de la inmigración, del daño que puede causar la falta de afecto, de humanidad, de salud mental y del esfuerzo del narrador por desenmarañar la suya.
Tal vez no cuente nada nuevo. El lado bueno de la novela es la maravillosa forma de narrar. La belleza de las metáforas con las que Aleksy describe a su madre, las relación que establece con el pueblo durante el verano, como avanza de forma que apenas se intuye las circunstancias de su presente. Las palabras se articulan con una belleza que me ha ganado, pese a sus momentos de simplicidad.
Ahora viene lo malo: la evolución del narrador y el protagonista. La historia empieza de forma brusca con un odio y un lenguaje de lo más visceral y la transición de ello a la belleza serena que adquirirán más tarde los pensamientos de Aleksy se hace de forma demasiado brusca, sin un cambio lo suficientemente gradual, haciendo que la lectura chirríe un poco.
No obstante, ha sido una lectura muy agradable. Corta, sencilla y muy bella. Una perfecta despedida agridulce al verano.
Genial, mi segundo novelón del año. Es original y complejo, pero a la vez sencillo y directo. La mezcla de mitología con cultura de masas es sublime, y sencillamente, es un libro muy recomendable.
Este libro es problemático a muchíiiiiiiiiiiiisimos niveles.
Trigger Warning: problemas de fertilidad, concepción, problemas con el ciclo menstrual.
Le eché el ojo a esta novela juvenil cuando supe que mi adorada Amy Poehler iba a dirigir su adaptación al cine. Además, había oído opiniones buenas por ahí.
Y lo cierto es que me ha encantado. Es una novela juvenil que te lees de una sentada, engancha muchísimo y, a través de su trama, expone una problemática y un ideario muy necesarios para los adolescentes.
Moxie cuenta la historia de Vivian, una chica “buena”: tranquila, seria y responsable... que, un día, harta del machismo imperante e institucionalizado de su instituto, toma inspiración de los recuerdos de juventud de su madre, antigua Riot grrrl para comenzar su pequeña revolución a nivel local.
Es un libro maravilloso que, a partir de una historia entretenida, expone conceptos feministas de forma sencilla y evidente. Nos nuestra a personajes femeninos enfadados, que hablan de la situación, que comprenden el problema y que se quejan desde los micromachismos hasta los abusos y las violaciones. También vemos a los personajes masculinos de todo el espectro, incluyendo la problemática de la deconstrucción en cuanto al tema.
En Moxie también conocemos mucho sobre las Riot grrls, un movimiento al que se le reconocen sus cualidades, pero también sus defectos, al exponer su falta de interseccionalidad. Creo que todo esto, insertado en la novela, queda muy bien sin pecar de infodumping.
En conclusión, es una joyita juvenil, necesaria, entretenida y muy agradable de leer. Rompe esquemas y tópicos y sin duda se la pasaría a cualquier adolescente, algo que ya he hecho con mi sobrina, que a su vez la ha pasado a sus amigas. Es una monada oírlas hablar del libro y sus temas ^^.
En cuanto a la adaptación de Netflix, no está nada mal. Cambian algunas cosas pero quedan bien en cuanto a lenguaje cinematográfico, y el mensaje de la novela queda intacto, que es lo importante.
Por fin he encontrado otra vez la magia en las palabras de García Márquez, la misma sensación que sentí con quince años. Me ha conmovido con quienes no ven venir el viento de su desgracia.
Seria un cinco si Víctor Hugo no interrumpiese cada cinco minutos la acción para lucirse lucirse sus disertaciones históricas.
Jamás te olvidaré, convento de Petit Picpus.
Es perfecto. Es lo más tierno del mundo. Es el libro que daré a mi futura hija imaginaria cuando sea adolescente.
Una pechá de reír mu grande!! Y si lo digo de otra manera no le hago Honor al libro. SERRANITOOOOOOO!!!
Perfecto en su decadencia y su magia. Una ambientación genial. Una lectura exquisita.
Afrontar la segunda parte de un novela tan icónica como El resplandor la verdad es que me daba un poco de pereza. King ya había hecho, a mi parecer, un gran trabajo en el Overlook y no quería que la continuación me dejara mal sabor de boca.
La historia sigue a Danny Torrance durante quince años de su vida en los que tiene que luchar y sobreponerse a los fantasmas de su pasado y de su cabeza.
Esta novela en un principio tiene un tinte más fantástico que el terror de la primera, puesto que aumenta el lore en torno al resplandor y nos desarrolla los diversos tipos que hay , introduciendo a personajes nuevos muy interesantes, incluidos los antagonistas, que hacen virar la novela al terror al cobrar protagonismo.
En lo personal, me ha emocionado y tenido atrapada la historia de Danny y sus nuevos amigos, su superación personal y las relaciones que establecen entre ellos. No creo que me equivoque al decir que King ha puesto mucho de sus demonios en la mente de Danny.
Por otro lado, la metáfora que establecía El resplandor con el alcoholismo de Jack Torrance aquí se vuelve más evidente y se profundiza mejor en ella, siendo esos monstruos y gente fantasma una metáfora perfecta del alcoholismo, así como otras adicciones y tormentos con los que ha de cargar la especie humana.
En conclusión, buena novela. La he disfrutado enormemente.