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3.5 quiero un MacGyver ESTRELLAS
¿He dicho cuánto amo a los gatos? Mi plan de vida es tener éxito laboral y una economía estable, un lindo apartamento, y tener como mascota un hurón blanco llamado Draco y un gato al que llamaré Tom (como Tom M Riddle).
MacGyver es un gato atigrado, ya adulto, quien tiene como esclava humana a Jamie Snyder. Jamie se acaba de mudar a Storybook Court, en los Ángeles, tiene 34 años y ha decidido dedicar ese año a ella misma luego de innumerables fracasos amorosos. Pero no contaba con que su minino empezaría un macabro plan para juntar a Jamie con uno de sus vecinos, David, quien apenas tiene unos tres años de viudo tras la muerte de su esposa y que, como Jamie, no está en planes de encontrar pareja. Pero, hey, nadie le dice que no a un gato.
Esta será una reseña corta y concisa.
Algunas partes del libro está narrada desde el punto de vista de MacGyver, pero sigue en tercera persona. La forma de dirigirse al lector, desde una perspectiva animal, es tan divertida que a veces (o más bien la mayoría del tiempo) me veía saltándome o leyendo pronto ciertos párrafos para poder leer más a Mac. Digamos que, un 50 % está envuelto en cómo fluye la vida de Jamie y David por separado; como ella lidia con sus vecinas -bien molestas- que le buscan parejas y citas a ciegas, lo mismo sucediéndole a David pero con sus amigos. Eso fue algo que me molestó MUCHO. En verdad, no saben la rabia que me causaba las escenas donde las vecinas de Jamie, Helen y Marie, empezaban a hacerle citas con hombres que ella ni conocía solo porque “Jamie es una mujer ya mayor, tiene más de 30 y no puede estar soltera”. ¿Qué coño de la madre es eso? Estas viejas (porque son mujeres viejas) creen que tienen la potestad de dominar la vida de ella. Me cayeron de la patada, y más bien me frustraba que Jamie no las pusiera en su lugar solo por el bien de la comunidad. Marica, hay que tener un poco de carácter y no dejarte barrer por tus vecinos por muy “buenas intenciones” que tengan. Lo mismo pasaba con Lucy y Adam, amigos de David. Estos cuatro personajes en específico fueron tan metiches, y ocupaban buena parte de la lectura, que simplemente me vi saltándome algunas partes y leyéndolas por encima.
También influyó que, aparte de eso, Jamie buscaba cosas que le gustaran, y... la lectura era pesada. Sentía que las cosas fluían mejor cuando se tocaba el plan de Mac.
El minino se escapaba de casa y se metía en las casas de los vecinos para hurtarles cosas y dejarlos en el felpudo del otro vecino que él consideraba “apto para el primero”. Me explico: MacGyver hurtaba piezas de ropa o artículos personales de David para dejarlos en el felpudo de Jamie, esperando que ella “oliera” el olor a soledad de David y fuera con él. Así hacía el muy bribón con otros vecinos. Por ejemplo, Ruby, mejor amiga de David y quien se vuelve amiga de Jamie también, una mujer ya mayor y soltera, Mac hace que se vuelva cercana a una niña al dejar el poni de la chiquilla en la puerta de Ruby. ¡El gato es un pillo! Personas, vecinos, que por una u otra razón no se relacionaban, MacGyver hacía que lo hicieran al dejar cosas personales de ellos a los pies de la puerta del otro.
La verdad es que disfruté mucho cómo se iban relacionando Jamie y David gracias a Mac, y las travesuras que éste hacía aparte. Hubo muchos momentos en que me frustraba y muchas cosas que pasaba por alto a propósito por la falta de interés, pero no lo considero un mal libro, por el contrario, es demasiado adorable y para un amante de los gatos como yo, me divertía bastante. Si hubiera tenido un gato, habría querido abrazarlo al acabar de leer el libro a costa de ganar un rasguño.
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3.5 quiero un MacGyver ESTRELLAS
¿He dicho cuánto amo a los gatos? Mi plan de vida es tener éxito laboral y una economía estable, un lindo apartamento, y tener como mascota un hurón blanco llamado Draco y un gato al que llamaré Tom (como Tom M Riddle).
MacGyver es un gato atigrado, ya adulto, quien tiene como esclava humana a Jamie Snyder. Jamie se acaba de mudar a Storybook Court, en los Ángeles, tiene 34 años y ha decidido dedicar ese año a ella misma luego de innumerables fracasos amorosos. Pero no contaba con que su minino empezaría un macabro plan para juntar a Jamie con uno de sus vecinos, David, quien apenas tiene unos tres años de viudo tras la muerte de su esposa y que, como Jamie, no está en planes de encontrar pareja. Pero, hey, nadie le dice que no a un gato.
Esta será una reseña corta y concisa.
Algunas partes del libro está narrada desde el punto de vista de MacGyver, pero sigue en tercera persona. La forma de dirigirse al lector, desde una perspectiva animal, es tan divertida que a veces (o más bien la mayoría del tiempo) me veía saltándome o leyendo pronto ciertos párrafos para poder leer más a Mac. Digamos que, un 50 % está envuelto en cómo fluye la vida de Jamie y David por separado; como ella lidia con sus vecinas -bien molestas- que le buscan parejas y citas a ciegas, lo mismo sucediéndole a David pero con sus amigos. Eso fue algo que me molestó MUCHO. En verdad, no saben la rabia que me causaba las escenas donde las vecinas de Jamie, Helen y Marie, empezaban a hacerle citas con hombres que ella ni conocía solo porque “Jamie es una mujer ya mayor, tiene más de 30 y no puede estar soltera”. ¿Qué coño de la madre es eso? Estas viejas (porque son mujeres viejas) creen que tienen la potestad de dominar la vida de ella. Me cayeron de la patada, y más bien me frustraba que Jamie no las pusiera en su lugar solo por el bien de la comunidad. Marica, hay que tener un poco de carácter y no dejarte barrer por tus vecinos por muy “buenas intenciones” que tengan. Lo mismo pasaba con Lucy y Adam, amigos de David. Estos cuatro personajes en específico fueron tan metiches, y ocupaban buena parte de la lectura, que simplemente me vi saltándome algunas partes y leyéndolas por encima.
También influyó que, aparte de eso, Jamie buscaba cosas que le gustaran, y... la lectura era pesada. Sentía que las cosas fluían mejor cuando se tocaba el plan de Mac.
El minino se escapaba de casa y se metía en las casas de los vecinos para hurtarles cosas y dejarlos en el felpudo del otro vecino que él consideraba “apto para el primero”. Me explico: MacGyver hurtaba piezas de ropa o artículos personales de David para dejarlos en el felpudo de Jamie, esperando que ella “oliera” el olor a soledad de David y fuera con él. Así hacía el muy bribón con otros vecinos. Por ejemplo, Ruby, mejor amiga de David y quien se vuelve amiga de Jamie también, una mujer ya mayor y soltera, Mac hace que se vuelva cercana a una niña al dejar el poni de la chiquilla en la puerta de Ruby. ¡El gato es un pillo! Personas, vecinos, que por una u otra razón no se relacionaban, MacGyver hacía que lo hicieran al dejar cosas personales de ellos a los pies de la puerta del otro.
La verdad es que disfruté mucho cómo se iban relacionando Jamie y David gracias a Mac, y las travesuras que éste hacía aparte. Hubo muchos momentos en que me frustraba y muchas cosas que pasaba por alto a propósito por la falta de interés, pero no lo considero un mal libro, por el contrario, es demasiado adorable y para un amante de los gatos como yo, me divertía bastante. Si hubiera tenido un gato, habría querido abrazarlo al acabar de leer el libro a costa de ganar un rasguño.