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Es hermoso.
HOURS LATER.
Y sí, he de decir que fue una historia maravillosa. Soy una fan total de historias basadas en el clásico de La Bella y la Bestia por lo que, cuando pedí recomendaciones me nombraron esta historia. Así que, al tener la oportunidad y para darme un cambio de aires, le di una oportunidad. Resultó ser hermoso.
Todo comienza, a grandes rasgos, con Fern Taylor quien es la hija del pastor Joshua y su esposa Rachel. Rachel tiene un hermano llamado Mike, de apellido Sheen, quien con su esposa Angie, aparte de algunas hijas, tuvo un único varón que nombró Bailey pero quien nació con Distrofia muscular de Duchenne por lo que no hay mucha esperanza de vida en él. Fern y Bailey son como uña y mugre. Bailey, a pesar de su enfermedad, es muy positivo y divertido, no dejando que la distrofia sea un impedimento para él –en la mayoría del tiempo.
Por otro lado, está Ambrose Young, hijo de Lily Grafton y un modelo de ropa interior quien la rechazó estando embarazada, y permaneció junto a un panadero llamado Elliot Young que aceptó a Ambrose y le dio su apellido. Ambrose sacó la belleza de su padre; ojos oscuros, cabello negro que se lo deja crecer hasta los hombros, gran musculatura y altura para su edad. Ambrose se inscribe en el equipo de lucha del entrenador Sheen, el padre de Bailey y tío de Fern, por lo que ésta última desarrolla un enamoramiento a primera vista de Ambrose..., como todas las demás chicas.
Ahora, la historia va cuando, acabando la secundaria, Ambrose decide declinar una oferta de una beca en una universidad para seguir luchando e ir a alistarse a la milicia. Sus otros amigos, Beans, Paulie, Jesse y Grant, compañeros también de lucha, se alistan por persuasión de Ambrose a pesar de que algunos no están totalmente seguros. Cuando Ambrose y sus amigos se marchan a la guerra, durante una explosión mueren solo sobreviviendo Ambrose aunque con el rostro desfigurado. Ahora, a su regreso, debe hacer frente a sus demonios, aceptar la muerte de sus amigos, y darse cuenta que la vida hay que vivirla al máximo cada día.
Más o menos. La verdad no quiero relatar mucho.
¡Es compleja! Porque no es una simple novela de erotismo, es más, no hay escenas así; es una historia sobre la amistad, la vida, el amor, aceptarse a uno mismo, y muchas otras cosas maravillosas. Por los personajes, debo decir que son maravillosos. Todos y cada uno.
Fern Taylor siente un complejo hacia sí misma por no considerarse bonita. Se consideraba a sí misma alguien de poca belleza, y en realidad tenía una belleza común. Pelirroja, pecosa, de ojos castaños, durante parte de su adolescencia usó frenillos y lentes, pero al llegar a la adultez mostró una belleza única si bien no lo viera. Era sensible, cuidadosa, maternal, abnegada, decidida, inteligente y amorosa, dedicando gran parte de su vida a cuidar de Bailey, a quien quería totalmente.
Ambrose Young era el líder del equipo, un chico que atraía miradas y quitaba alientos, quien inspiraba respeto y admiración. Su fuerza, astucia, persuasión y percepción le ganaba o el cariño o la envidia. Al principio mantuvo una correspondencia secreta con Fenr, quien se hacía pasar por su mejor amiga, y eso le hizo creer que había encontrado a alguien quien le entendiera. Al volver de la guerra, su personalidad fue depresiva, ocultándose de todos por temor a ser señalado, con el peso de la culpa de la muerte de sus amigos sobre él. No fue sino hasta toparse con Fern nuevamente que comenzó a ver la luz, junto a Bailey, a perdonarse a sí mismo y aceptar que no es el exterior lo que importa sino el interior.
Bailey Sheen, hijo del entrenador Sheen y primo de Fern, otorga esa frescura a la trama. Es sencillo, reflexivo, culto, divertido y no permite que su enfermedad sea algún impedimento para él a pesar de todo. Es el punto de apoyo de Fern y uno de los más grandes admiradores de Ambrose. También, eterno enamorado de Rita, la amiga de Fern. Bailey no teme a la muerte, disfruta cada día como si fuera el único, y es un personaje totalmente entrañable. Sobre todo al final. Amé a Bailey y todo lo que hizo por Ambrose, por Fern, por Rita y hasta por sí mismo, dejando claro que una discapacidad no es sinónimo de limitación para cumplir tus metas.
Rita Mardsen también, aun siendo un personaje secundario, representa un papel importante en la trama. Es, por así decirlo, la causante que haya un acercamiento entre Fern y Ambrose. Aunque Rita no se permitió aceptar algo con Bailey, sí guardaba sentimientos por él, demostrándolo cuando aceptó bailar con Bailey en el baile de graduación. Sin embargo, terminó casándose con Becker Garth, un joven de varios años más mayor, y a quien descubriremos como el principal antagonista de la trama, con quien tiene un hijo. Rita es la típica chica coqueta, pero de buenos sentimientos. Y si bien tomó malas decisiones, supo enmendarlas. Tarde, pero lo hizo.
Connor “Beans” O'Toole, Paul “Paulie” Kimball, Jesse Jordan y Grant Nielson son los mejores amigos de Ambrose y parte del equipo de lucha del entrenador Sheen. Beans es el cómico del grupo, Paulie el sensible, Jesse el popular y Grant el responsable y el apoyo. Junto a Ambrose, representan un grupo único y con quien te encariñas totalmente. Beans es uno de los que más broncas provoca, a veces es sarcástico y un poco idiota; Paulie actúa como el pacifico del grupo, el alma artística y es mi favorito. Jesse fue uno de los rivales de Ambrose en lo que se refiere a la lucha, quizás también es uno de los más racionales junto a Grant, pero este último es el inteligente y el mejor de su clase. Los cuatro componen los mejores amigos que podrías tener, razón por la que Ambrose se siente profundamente culpable por sus muertes. También sentían un profundo cariño por el entrenador Sheen y Bailey, y estos a los chicos, a quienes protegían totalmente y apoyaban, incluso a Fern por muchas burlas que le hicieran –adolescentes, ya saben.
Becker Garth. Es un imbécil. Punto. De acuerdo, quizás deba decir como que, aun cuando intentaba copiar a Ambrose, no lograba su altura y musculatura, eso no le impedía aprovecharse de los débiles como fue dejar abandonado en el suelo a Bailey en los baños con la luz apagada cuando no podría volver a su silla de ruedas, o agredir tanto física como emocionalmente a su esposa, Rita. Causando daño hasta el final, se volvió un ser despreciable al que yo esperaba un final más apropiado que el dado por la autora.
Los padres de los personajes anteriores, excepto Becker, también tienen un papel relevante en la trama, pero creo que ya he dejado claro esa parte, como el apoyo y las enseñanzas que dejan. Debo decir que la autora tiene una forma muy amena y hermosa de darles vida a todos –excepto a Becker, es un idiota– de la cual es imposible no quererlos.
Amy Harmon es increíble. No da tantas trabas en explicarse, y sus juegos de palabras resultan tan sorprendentes como nostálgicos o divertidos. También he de destacar los títulos de los capítulos, que al final noté su razón y fue algo directo al corazón. Para los que leyeron el libro entenderán, y los que no, ya sabrán.
En conclusión, amé este libro, totalmente. No es solo por la forma en que está relatada la historia, en la trama en sí y los personajes, sino los mensajes que da, la reflexión, las enseñanzas. Sí admito que en varias ocasiones rodé los ojos ante las citas bíblicas y esas boberías religiosas, pero qué se hace. Aquí tuvieron su encanto.