Just a Bit Twisted
Just a Bit Twisted
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4.5 ★
Me gustó muchísimo, aunque hubo cosas que le hicieron restar puntos conmigo. Reseña más tarde.
RESEÑA
Recordarán la reseña que hice sobre la precuela de este libro hace semanas. Y yo dije claramente: tanto así me gustó a pesar de ser corto que continuaré la saga. Dicho y hecho, heme aquí ante ustedes.
Solo un poco Torcido relata la historia de Shawn Wyatt, un joven estudiante que está a punto de perder su beca debido a que apenas tiene chance de atender los estudios. Teniendo dos trabajos sobre sus hombros, estos buscan servir de sustento para sus dos hermanas pequeñas de 4 años y para él, ahora que sus padres murieron dejándole además deudas a pagar. Una de las materias más jodidas para Shawn es la del profesor Derek Rutledge, nuestro Severus Snape pero sin el cabello grasiento y mucho más sexy. Por consejo de Christian, el amigo de Shawn, éste intenta coquetear con el profesor para lograr salvar la materia y su beca además. Lo que no esperaba era que dicho coqueteo desembocara en una vorágine de situaciones cada vez más ardientes que pondrá en duda la sexualidad de Shawn y la imagen de ogro que posee del profesor Rutledge. Sin embargo, eso a su vez le internará en la vida del profesor, descubriendo detalles que explicarán muchas cosas de su carácter.
Yo soy un poco rara, y lo admito: me gustan más este tipo de historias cuando es en literatura gay, que cuando es entre una chica y un hombre. Es más chispeante.
Shawn es un joven trabajador, esforzado, cariñoso con sus hermanas y a su vez, muy independiente. Eso no le quita lo osado, cosa que demuestra al prácticamente ofrecerse en bandeja de plata a Rutledge, quien deja entrever que desde el primer día de clases deseaba a Shawn. Según él, por ser su tipo-no-tipo (al parecer el hombre tiene fetiche por los heterosexuales o aquello que no puede poseer). El ogro, digo, nuestro amado profesor es intransigente/exigente, odioso, impaciente y toda su vida se rige por un estricto orden. Y notando las pésimas notas de Shawn, eso no le quita de su “lista de estudiantes a los cuales hacer la vida de cuadritos” (nombre largo, pero así es). Claro, que cuando empiezan a tener una relación más o menos saliendo de lo usual –ya saben, escapando de la zona de confort (ejem, felaciones– el acercamiento entre ambos sirve como método para que dentro de sus corazones los sentimientos empiecen a fluir.
Cuán romántico se vuelve la situación.
¿El plus? Las gemelas Emily y Melissa, o Bee como prefiere que la llamen. Estas niñas son una dulzura total. Y no, no es que Rutledge al verlas se derritiera –el hombre es más estoico que una piedra– pero llegando a un punto en la historia, es divertido verle tener una que otra interacción con las niñas que me sacó risas y aw's.
¿Lo malo? Pues, dos cosas:
-Lo corto de la historia (o las rápidas sucesiones de la misma). Yo esperaba ver más de Rutledge y Shawn juntos como pareja. La autora usa el típico: “y así pasaron los días”, “y así transcurrieron dos semanas”. ¡No! Cuéntame qué pasaron en esos días así la cosa se repita, cuéntame más de Shawn, de Rutledge, de su desenvolvimiento juntos. ¡Algo!
-Por contener pocas páginas (mi edición era menos de 180) las decisiones que toman los personajes apenas son explicadas, y llegan a una resolución en la cual tú (o al menos yo lo hice) te preguntas: “Ajá... ¿y qué, o por qué, te hizo pensar así?”. Quedé con mucha intriga, al menos respecto a Rutledge. Adoro, me encanta, ver como ambos personajes principales llegan a un acuerdo consigo mismos respectos a sus sentimientos. Uno no decide las cosas así de la nada, incluso por impulso.
Algo que me encantó, y me dejó confundida a ciertas partes, fue que nos topamos con los personajes de la precuela (Sage y Xavier) y sabemos quiénes son los siguientes. Mi confusión radica en ciertos detalles respecto a Sage y Xavier. Algunas veces al inicio creí que era antes de que Sage estuviera con Xavier, luego vemos que ya están juntos, sin embargo me costó asimilar que –al menos con Xavier– tenían la misma personalidad. Quizás solo son cosas mías, puede que sí ya que dije antes que estoy loca, pero..., joder, que amé a Xavier en la precuela y aquí lo sentí un poco raro. O sea, como si no fuera él pero a la vez estaban esos resquicios del Xavier que conocí.
Como sea. Me gustó esta primera entrega oficial. Me gustó, más no me encantó como lo hizo la precuela. Lo continuaré. Salvo que hay un pequeño e insignificante problema:
La segunda entrega contendrá un trío al inicio, por lo que dejan ver aquí. Y yo detesto los tríos.
Deséenme suerte (y mucha, mucha, muuuuucha, paciencia).