Inferno

Bueno, ¿qué puedo decir respecto a este libro?
Cuando leí “El Código da Vinci” quedé enamorada del estilo de escribir de Dan Brown y el cómo creaba un fantástico libro de misterios y enigmas y poco a poco va uniendo cada cosa. Muchas emociones tuve con ese libro y quise más de él, yéndome entonces con “Inferno”
Cuando lo compré, esperé un poco antes de comenzar a leerlo y, wuo, ¿por qué no inicié su lectura apenas lo tuve en mis manos?
El inicio, con un inesperado suicidio de parte de Bertrand Zobrist, me impresionó, y luego con la amnesia de Robert a las siguientes páginas fue más impactante, puesto que no esperaba algo así. Conforme leía, y veía más sobre el plan “terrorista” de Zobrist y todas las teorías científicas me fueron adentrando en la hermosa y cuidada ambientación en Italia. Recorría junto con un amnesiado Robert y junto a la erudita Sienna Brooks las calles italianas en busca del por qué unas personas querían “asesinar” a Robert, por qué perdió la memoria y cuál era el misterio en todo lo referente a la versión modificada de “Mapa de Infierno” de Botticelli, resguardada en un contenedor con el emblema de peligro biológico. Todo aquello nos llevó a Dante y su conocido poema “Divina Comedia” donde relata su viaje al infierno, pasando por el purgatorio y llegando al paraíso.
Sin duda alguna, las teorías transhumanistas me dejaron asombrada y, por decirlo de alguna manera, me siento partidaria de las mismas. Porque a pesar de la ficción, la tesis que nos presenta Dan Brown respecto a la sobrepoblación es, de alguna manera, real para mi y pienso que debería hacerse algo al respecto (no tan exagerado como Zobrist, a pesar de ser útil su virus que esteriliza a la población)
Definitivamente, “Inferno” es un libro que todos merecen leer por su fantástico contenido artístico italiano, su misterios referente a “La Divina Comedia”, y sus excelentes e interesantes teorías científicas y biológicas. Es, sin titubear, un libro que yo leería una y otra vez sin cansarme.
P.D.: Me sentí total y horriblemente engañada con respecto a Sienna Brooks. En dicha parte, cuando “alguien” recuerda su aventura amorosa con Zobrist, creí que se trataba de Ferris (Sí, creí que había una mención homo en esta historia y me emocioné) Cuando vi que ese “alguien” era Sienna y no Ferris, me llevé un chasco. Y luego, que Sienna resulta ser una traicionera de la confianza de Robert y la amante de Zobrist y partidaria de sus teorías. ¡WTF! ¡Eso no se hace! Pero, ¿saben? Amé eso. Ese tipo de sorpresas es lo que me hace amar un libro. Definitivamente: Inferno merece, para mi, sus 5/5 estrellas, ¡y más!