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Review
4.5/5
En una nueva era en la que humanos y androides conviven en Nueva Pekín, una pandemia amenaza a la población nominada Letumosis o Fiebre Azul. Mientras tanto la reina lunar, Levana, intenta boicotear el tratado que mantiene la paz, instaurada tras la Cuarta Guerra Mundial, si no se accede a sus deseos de establecer una alianza matrimonial con la Comunidad Oriental.
Cinder es conocida por ser la mejor mecánica de Nueva Pekín, pero el hecho de ser una ciborg la convierte en una ciudadana de segunda, marginada. Sin embargo, las cosas cambian cuando un día aparece en su taller el príncipe Kaito, heredero del imperio de la Comunidad Oriental, para que le arregle su androide personal al que llama Nainsi.
Pero no es lo único que hará que la vida de Cinder dé un giro de ciento ochenta grados, pues su hermana Peony contrae la letumosis estando en compañía de Cinder. Esto provoca la ira de su madrastra Adri, que la entrega a las levas ciborg para que experimenten con ella con el fin de encontrar un antídoto contra la enfermedad, lo que implica una muerte segura.
Pues esa es la premisa que nos da Marissa en esta nueva versión de la Cenicienta. He de decir que es una versión fresca y fuera de lo común a lo que estamos acostumbrados en ver en esta historia. Al menos en parte, porque sí debo decir que resulta en cierta parte predecible.
Primero partiré por el ambiente. Nueva Pekín es un país gobernado por una monarquía. Uno de tantos países con ese método de gobierno, ya que de los otros seis países que sobrevivieron a la Cuarta Guerra Mundial, requiere de un Emperador y Emperatriz para ser dirigido. La tecnología es un punto importante en todo esto, ya que varios de los sirvientes que trabajan tanto en el palacio como en el pueblo son androides. Además que un método de comunicación es la COM que actúa casi como un mail.
Sin embargo, Cinder es una marginada en el pueblo de Nueva Pekín. Quienes la conocen, saben que tiene una mano y pierna metálica, además de todo un sistema en su interior. No es enteramente un robot, pero tampoco enteramente una humana ya que no puede llorar, ni sonrojarse. Cinder vive con su madrastra Adri y sus dos hermanastras, Pearl –la mayor– y Peony –la menor. De las tres, Peony es quien quiere a Cinder y es buena con ella. Además de estar Iko, un androide que compró Adri pero que rechaza por ser defectuosa según ella (solo por tener chip de personalidad).
En este mundo también están los Lunares, habitantes provenientes de Luna (sí, el planeta). Los Lunares son seres especiales ya que tienen la facultad de poder controlar las mentes obligando a los terrestres y semejantes a creer lo que deseen que crean o incluso obligarlos. Pero claro que siempre debe haber un tipo de Lunar distinto y son los Caparazones, Lunares incapaces de ser controlados pero a la vez, sin ningún tipo de don. Luna está gobernada por la reina Levana, un ser despreciable que ascendió al trono luego de deshacerse de su hermana Channary y su sobrina, la princesa Selene y futura heredera del trono. Levana es conocida por ser una Lunar de gran belleza y gran capacidad de dominación mental, por lo que es temida a la vez de odiada. Pero solo unos pocos son incapaces de doblegarse ante ella: los caparazones.
Como se mencionó antes, la vida de Cinder cambió luego de que el príncipe heredero Kai llegó a su puesto en el pueblo solicitando sus servicios. Cinder, que nunca antes se interesó por el príncipe como sus hermanas y todos los demás pueblerinos, no pudo evitar caer bajo el encanto de Kai, la conexión entre ambos estableciéndose de inmediato. Luego de eso, todo lo normal en la vida de Cinder se alteró. Desde la noticia de Peony cayendo presa de la letumosis, al hecho de Cinder siendo obligada a ser sujeto de pruebas para el dr Erland, científico real a cargo de buscar la cura para la enfermedad. Pero claro, con este anciano a su lado, Cinder descubrirá que no solo resulta ser inmune a la letumosis, sino que no es tan solo una simple ciborg de Nueva Pekín.
Y allí es donde pecó la historia de predecible. Quería que todo fuera una sorpresa para mí, pero no fue así. No diré de qué trata, más lo que han leído el libro sabrán a lo que me refiero.
Todo este mundo que creó Marissa fue impresionante; las leyes, la forma de gobernar, los androides, cada zona de Nueva Pekín, todo. ¡Dios, las explicaciones sobre los ciborgs, los androides, la tecnología en sí! Sobre los Lunares, estuvo todo cuidadosamente planeado.
Yendo a la facilidad de lectura, diría que fue excelente. Todo fue rápido, pasando cosas que te tenían atrapada a la lectura. La pluma de Marissa es sencilla y eso fue algo que me agradó. ¿Lo peor? ¡Ese final abierto! Lo hace apropósito; todos los personajes cumplieron su acometido de agradar o desagradar. Adri la odié, a Levana la deteste, y quiero ahorcar a Pearl. Otro punto negativo, aunque no sé si fue debido a que tuve dos días entre avances sin leer que no me afectó cosas que debieron de afectarme, puedo decir una y es el que Peony cayera enferma. La niña me gustó, no voy a negarlo, pero esperaba que me doliera. En fin, c'est la vie.