Obtener permiso para permanecer en suelo estadounidense podrá ser una «recompensa» insuficiente para la víctima de un crimen, pero al menos es mejor que el derecho a una fosa común en Tamaulipas o Veracruz –que, siendo honestos, es el permiso de residencia permanente más común que México garantiza de facto –o casi– a los migrantes de Centroamérica.
“Por supuesto, en los periódicos aparecían noticias: cadáveres en las zanjas o en el bosque, mujeres asesinadas a palos o mutiladas, mancilladas solían decir; pero eran noticias sobre otras mujeres, y los hombres que hacían semejantes cosas eran otros hombres. Ninguno de ellos era conocido de nosotras. Las noticias de los periódicos nos parecían sueños, pesadillas soñadas por otros.”