Originalmente estoy seguro de que fue algo revelador, pero tuve problemas para acabarlo.
Sombras de Chernóbil es ponerse en la piel misma de todos los afectados de la tragedia nuclear. Desde su punto de vista se relatan las atrocidades que vieron, la mala gestión de la decadente URSS y el secretismo de la misma.
Es una serie de relatos bastante relacionados con la épica griega donde, sabes sí o sí que iba a acabar mal. En 2006 esto sería super innovador, esclarecía las operaciones clandestinas por parte de la URSS, revelaba lo que pasaba realmente, fue algo así para un manifiesto. Hay frases y momentos chocantes, cosas que realmente no puedes llegar ni a imaginar.
El problema llega con su formato. Un ensayo de entrevista directa no me parece lo ideal. Entiendo que Alexievich no quería tergiversar el mensaje original, pero no me parece lo más adecuado. Las primeras entrevistas chocan, pero cuando vas por la mitad del libro, por lo terrible que sea, te habitúas a leer de quemaduras, ampollas y niños hablando de la muerte, tal como ellos se habituaron a Chernóbil. Es trágico, me tomaba mi tiempo para leer los monólogos por esto mismo, para recuperar la sensibilidad.
En adición, me atrevería a decir que el libro es para gente que ya tenga noción del accidente. Realmente el ensayo trata la perspectiva de los civiles, liquidadores y militares, pero ninguno cuenta la explosión del reactor, o no se atreven. Esto no lo desmerita, pero creo que era necesario decirlo.
Ahora. Mi problema. Principalmente fue por mí solo, pero el hecho de ver la serie de Craig Mazin ya me había destripado todo el libro. Muchos de las historias narradas en la Chernobyl de HBO salen de aquí. Por no decir todas a excepción de la de Legasov. Eso me impidió mantener el interés durante un tiempo. Es como ver Harry Potter y leerse los libros luego.
Por otro lado, opino que crea una imagen del hombre soviético bastante impactante. Su idiosincrasia se ve resumida a Chernóbil y lo que condujo después a la disolución de la URSS. Sus reflexiones acerca de la guerra, la muerte y el trabajo es bastante profunda. El capítulo de los niños es trágico.
¿Bien supongo?
Yo no me clasifico como fotógrafo urbano, siquiera fotógrafo. Como en todos los estilos, discrepo en algunas cosas de las que dice pero coincido en muchas otras. Al final un fotógrafo urbano trata de dar personalidad a una ciudad homogeneizando a las personas y despojándolas de su individualidad, pero yo sinceramente tiro por otro lado.
Yo me clasifico más en el retrato, el retrato con una narrativa y storytelling, por lo que hay cosas que realmente no considero prioridad. Me gusta como aborda el tema de la composición y el color, pero más allá de eso hay datos que realmente son demasiado básicos.
Cosas como dejar tiempo entre las fotos y su edición, abrirse a nuevos campos o salir a practicar son básicas. Está bien como iniciación, pero a mi se me ha hecho algo tedioso leerlo principalmente por eso, porque no me ha inspirado mucho.
Por otro lado, me gusta que reconozca cosas como la abstracción y definir las "pautas" de una fotografía urbana. Cómo avisa de no estancarse en lo mismo y siempre ser original o cómo las redes sociales han modificado el formato y condicionado la composición.
Pos bien.
No sé como hacer una reseña de un libro histórico como tal. En Arte Contemporaneo tengo una idea de cómo manejar los contenidos, pero aquí, mi llano conocimiento no me deja saber como se abarca el temario.
Yo lo veo bien. Una biografía de la Bauhaus con una serie de divisiones lógicas: directores y edificios. Me gusta que cada entrada sea una clase y un aspecto distinto, así como la abundancia de imágenes. Está bien ponerle cara a Walter Gropius.
Creo que es un libro autosuficiente, después de haber leído este no creo que complemente con nada más en relación a la Bauhaus.
Eyeyeyey bastante bieeen.
Tengo recuerdos vagos de El amarillo no existe, pero recuerdo que me gustó. Con solo esa premisa le eché dos cojones y me compré El rojo duele menos, y me ha gustado bastante más.
No sé que tiene Gema para escribir unos personajes tan carismáticos, puedo imaginarme sus voces y expresiones a la hora de hablar, sinceramente creo que ellos son lo que más brillan de la historia.
El relato como tal creo que le da 1000 vueltas al original: abre nuevas cuestiones, vuelve y transforma las anteriores y deja otras... ¿quizás para un siguiente libro? ¿ o son simplemente ambiguas? La verdad la historia tiene unos vuelcos que te mantienen pegado e incluso cuando toca algo más relajado, las charlas te entretienen.
A nivel ilustración lo he notado más flojete que el anterior, pero se perdona. Hay dibujos preciosos como los exteriores (que ella misma dice que odia hacer) y los retratos de los personajes (Zoe y León a mi gusto son top).
Me quedé con ganas de más.
Está bien. Lo cogí de una tienda de segunda mano para tener algo que leer a la espera del bono cultural.
Pintura contemporánea es un brevísimo resumen de el arte del s.XX de manera amateur. Comenzando por el postimpresionismo, describe una a una las vanguardias y otros movimientos artísticos sucedáneos.
Se aprecia en parte que los trate uno a uno e incluso haga pequeñas subdivisiones en los propios movimientos, como es el caso del cubismo. Esto lo hace mucho más revisitable cuando necesite recordar algo.
Ahora, el problema llega a la hora de hablar del arte en sí. Sus descripciones son un poco caóticas pues, dependiendo del artista, ahonda más en los pintores que en los movimientos. El modus operandi del libros es describir y citar chorrocientos autores de cada corriente y por qué se destacaban, cosa que, con apenas soporte visual, pierde mucho el interés. El lenguaje culto a mi gusto trunca la lectura un poco.
Si te quieres meter en el mundillo considero que hay algún que otro libro mejor.
Muy muy buen libro.
Julia expande el Londres orweliano de 1984 con nuevos sectores personajes y tramas. Me encanta como la escritora ha sabido tergiversar la historia de manera que, pese a nosotros conocerla, enseñarnos nuevas facetas del personaje que tanto nos tenía intrigados en la original así como de generar plot twist dinámicos.
Sandra Newman crea una personalidad hipócrita, egoísta y algo misántropa de Julia, cosa que en un principio me echó para atrás, pero conforme avanza el libro ahondamos más en sus dudas de partidista externo así como de nopersona.
Quizás lo que me jode de este libro es que rompe el misticismo del original. Ahora conocemos al completo cómo funciona Londres y las intenciones de Julia no nos quedamos con ese final abierto de la primera novela.
Sabe cerrar una historia con un final cíclico que me encanta, sabe mantenerse en la línea del original y sabe como cerrar los arcos de los personajes originales. Como complemento si te gustó el original es totalmente recomendable.
Sórdido, sucio y sobrio. Una visión mucho más oscura que la que brindaba Holden Cauldfield en El Guardian entre el centeno.
Bukowski en plena esencia: a través de palabrotas, guarradas y mucha, pero que mucha bebida vemos realmente lo que la sociedad americana esconde.
Me gusta mucho esa crítica al sueño americano, Chinaski es un imcomprendido que se rehúsa a pertenecer a ningún estrato de la sociedad. Da mucha pena verle caer en la bebida y escalar hasta la devastación completa.
Aunque a veces se pase de guarro u obsceno, me gusta mucho la manera de expresarse de Chinaski, es un personaje digno de estudio. El padre no se queda atrás, habría que releerse los personajes para pillarle la verdadera crítica.