Conseguí llegar hasta la mitad del libro y aquí lo dejo. No lo soporto más.
No sé en qué momento se me ocurrió que era una buena idea intentarlo, si generalmente odio al 90% de los personajes estadounidenses de los libros, y no sé por qué tuve que volver a comprobarlo de nuevo. Si me da igual que el autor los trate con condescendencia, rabia, cariño o ironía, si está claro que no los voy a soportar en ningún caso.
El capítulo que leí anoche me provocó tal reacción visceral de violencia absoluta, de ganas de abofetear a todos y cada uno de los personajes, que tardé dos horas en poder dormirme del mal cuerpo y la desazón que se me había quedado. Y con el capítulo de hoy, cuando vi que iba por el mismo camino, pero de una manera aún más desagradable, directamente me rendí. No puedo con ellos. No los aguanto.
Si al menos hubiera una trama a la que agarrarse, es posible que hubiera seguido leyendo. Pero las vidas de estos seres odiosos, estúpidos y mezquinos no van a seguir amargándome mis noches.
Conseguí llegar hasta la mitad del libro y aquí lo dejo. No lo soporto más.
No sé en qué momento se me ocurrió que era una buena idea intentarlo, si generalmente odio al 90% de los personajes estadounidenses de los libros, y no sé por qué tuve que volver a comprobarlo de nuevo. Si me da igual que el autor los trate con condescendencia, rabia, cariño o ironía, si está claro que no los voy a soportar en ningún caso.
El capítulo que leí anoche me provocó tal reacción visceral de violencia absoluta, de ganas de abofetear a todos y cada uno de los personajes, que tardé dos horas en poder dormirme del mal cuerpo y la desazón que se me había quedado. Y con el capítulo de hoy, cuando vi que iba por el mismo camino, pero de una manera aún más desagradable, directamente me rendí. No puedo con ellos. No los aguanto.
Si al menos hubiera una trama a la que agarrarse, es posible que hubiera seguido leyendo. Pero las vidas de estos seres odiosos, estúpidos y mezquinos no van a seguir amargándome mis noches.