La imaginación de Pedro es increíble.
Su capacidad y manera de describir las personas, lugares y situaciones es tan vívida y natural, desde su novela ‘La Cabeza' no deja de sorprenderme y me crea unas imágenes mentales muy difíciles de olvidar, giros que pueden dejar a cualquiera boquiabierto entre el sazón de las malas palabras y lo bien que le quedan.
Decir que ‘Tercer mundo' es híbrida es poco para hablar de esta novela que mezcla ciencia ficción, afrofuturismo caribeño, es un mixtape de salsa hecho a retazos en el que tú esperas en Dios que el maldito locutor no le de por hablar, es una salve bien dicha después de sendo baltrí, es una ensalada de dioses del caribe, política, viajes interestelares entre diferentes versiones de Puerto Rico.
Tercer Mundo está llena de cultura salsera, full boricua, un soundtrack que apela a la nostalgia (un poco) y un imaginario de PR increíble pero a la vez (si es posible) tan real.
El Caribe que recrea Pedro entre un Puerto Rico y otro no es fabricado, es orgánico.
Nos da una decena de personajes tan diferentes, haciendo y deshaciendo sus vínculos como una versión macabra de ‘Seis grados de separación'.