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Si habrán visto mi reseña del primer libro, seguro recordaran que El Hogar de Miss Peregrine... me había gustado un montón. Como no encontraba el tercer libro, no me había incursionado con el segundo, pero finalmente lo encontré, y La Ciudad Desolada se encargó de ser mi primer libro del año 2017.
BENDITO-SEA-RIGGS.
Continuamos por donde nos quedamos en el primero, en la travesía que tenían por delante Jacob y los demás niños peculiares para encontrar una cura al bloqueo que tenía Miss Peregrine, ya que no podía volver a su forma humana.
Se nos presenta una total aventura donde los niños llegan a una isla en Gales, perseguidos por los Wrigts y los Huecos. Allí logran encontrar la casa de las fieras, un sitio resguardado por Miss Wren donde protege a los animales peculiares. La verdad me sorprendió cuando descubrí que también había animales. Uno de ellos es Addison, un perro con sombrero y la capacidad de hablar. Addison les hace saber que si no encuentran otra ymbrine, Miss Peregrine podría perder su humanidad y quedar pájaro por siempre, por lo que contaban con un máximo de tres días. De ahí, parten a Londres en busca de Miss Wren que fue en ayuda a sus hermanas ymbrines. De camino a Londres les suceden miles de situaciones hasta lograr hallar a Miss Wren solo para descubrir que el ave que los acompañaba no era Miss Peregrine sino uno de sus peores enemigos.
Todo fue un complot. ¡TODO!
¿Por qué? Porque no esperaba que este libro me gustara muchísimo más que el primero. De acuerdo, quizás exagero, pero estaba increíble. Los niños van demostrando una madurez total conforme avanzamos en la trama, en especial Jacob. Como es el narrador, podemos ver las luchas internas que hay dentro de él y sus dudas, su nostalgia hacia su época y miedos. También cómo empieza a desarrollar su habilidad de ver a los huecos. Por otro lado, vemos por igual la profundidad de sus sentimientos hacia Emma.
Podemos apreciar un poco más la personalidad de cada uno de los niños, y es lo que en su mayoría se ve en este libro. Me agradó muchísimo que Riggs no se enfocara mucho en los escenarios (aunque algunos me parecieron muy confusos) sino en ir desarrollando la relación de cada uno de los niños y sus actitudes.
Pero entre tanta maravilla tenía que salir una manzana podrida: Enoch.
QUE-CARAJO-TAN-INSOPORTABLE.
Nunca esperé odiar tanto a otro personaje desde Umbridge. En serio, yo espero la muerte de este peculiar con extrema ansiedad, una muerte demasiado arrecha porque aunque se redimide en el tercer libro, no tiene mi perdón. Es egoísta, frío, insoportable, despreciable, grosero, arrogante, altanero. ¡Es totalmente peor que Draco Malfoy! Es que no hubo ningún momento bueno con él, ¡ni uno!
Al grupo se añaden otros peculiares más, conocemos otros personajes y aprendemos más sobre el mundo que creó Riggs. Quizás lo más impresionante sea algo relacionado con Jacob y que lo llegamos a ver al final del libro, justo en el último momento.
Riggs se superó. Al menos para mí. Este segundo libro fue una delicia. Me encantó de principio a fin –excepto las partes en las que Enoch intervenía, porque solo escupía basura de su boca– y mi personaje favorito definitivamente son Emma y Millard. Para estos momentos estoy continuando con el tercer –y último– libro, solo que no podía hacerlo hasta darles esta reseña.
Maravilloso. Sublime. Encantador, y con ese toque de desprecio (va para ti, Enoch) suficiente para hacerme quedar una vez más en este fantástico mundo peculiar.