Ratings52
Average rating4.3
Este libro tiene varios de esos momentos que Kafka llamaba “un hacha para romper el mar helado dentro de nosotros.” En varios puntos concretos logró astillarme, romperme un poco.
El delirio Kafkiano y la lobotomización aprendida ante el horror están por ahí, acechando, desperdigados entre la burocracia y la eficiencia procedimental y transaccional que se le pone por encima a la demencia en un mundo caníbal (literalmente) qué ha perdido todo contacto con la moralidad.
Una katabasis rápida y desgarradora que termina muy pronto, te deja vacío, ausente de ti mismo; nunca mejor dicho: Hambriento.
Pero ya no de carne.